conocido como el Ícaro germánico, este personaje gozó de extraordinaria celebridad en la Edad Media, y los textos en antiguo francés le llaman Galan. La leyenda dice lo siguiente: tres hermanos, Wieland, Egill y Slagfidr, descubren unas mujeres-cisne hilando lino junto a un lago. Se apoderan de sus vestidos de plumas, los esconden y las maravillosas criaturas aceptan casarse con los hermanos porque ya no pueden emprender el vuelo. Al cabo de algunos años encuentran de nuevo sus ropas mágicas y desaparecen para siempre. Egill y Slagfidr parten en busca de sus respectivas mujeres, Wieland se queda solo en el Valle de los Lobos y se consagra al arte de la forja. El rey Nidudr le despoja de sus riquezas y, a instancias de su esposa, le hace mutilar. Wieland consigue sin embargo vengarse: mata a los dos hijos de Nidudr y viola a su hija antes de emprender el vuelo con las alas que ha confeccionado.
Según la Saga de Thidrekr, el abuelo de Wieland es el rey Wilcinus y su abuela es una ondina. Su padre es Wate/Vadi, un gigante, y su hijo, Witege. En el Edda, Wieland es llamado «príncipe de los elfos», lo que establece un vínculo con Alfheimr, el mundo de Frey / Enguz.
Se ha propuesto ver en Wieland un pariente del Velchans etrusco, del oseto iraní Wärgon y del Zeus Felchanos cretense. En una tríada que cita César, —Sol, Vulcano, Luna—, tal vez Vulcano corresponda a Wieland, que sin duda es una antigua divinidad goda degradada al rango de héroe. Existen por lo demás turbadores parecidos entre estos personajes y Hefesto: ambos son mutilados, ambos cometen una violación (Hefesto viola a Minerva).
En el mundo godo, tenemos constancia del conocimiento de existencia de Wieland, en el cantar de Waltario. Donde el atlético Randolfo, se dirige al godo con estas palabras:
(..) Mas he aquí que el atlético Randolfo adelantad a caballo a sus compañeros y ataca de improvisto a Waltario, golpeándolo debajo del pecho con la lanza de hierro. Y si la coraza, forjada por Wieland, no hubiera detenido el golpe, la lanza hubiese penetrado en las vísceras del héroe(..)
Como podemos ver en la saga, entre los godos se conocía el mito de Wieland como herrero mitológico y mágico. El cual muy posiblemente como se apunto con anterioridad, fuera un dios menor relacionado con la metalurgia, rebajado a héroe durante el periodo cristiano. No podemos decir que en los tiempos ancestrales, los godos conocieran al herrero con el nombre que ahora apuntamos. Peri si podemos afirmar, que al menos en el siglo V, se conocía entre los godos la existencia folklórica de un herrero mitológico semi mágico, con el nombre de Wieland.
Lo realmente curioso que relaciona aun mas la existencia de Wieland con el mundo godo. Llega al descubrir que su hijo es Witege, a quien en el Diccionario de mitología germánica se emparenta con el guerrero godo Vidigoia, de quien Jordanés escribe que «pereció en las llanuras de Hungría, víctima de la perfidia de los sármatas», hacia 330.
En la mitología germánica moderna, Vidigoia / Witege, es un célebre guerrero de las epopeyas alemanas, traidor y asesino de adolescentes. Mata al hijo de dama Eche y de Atila; perseguido por Dietrich von Bern (transposición épica y legendaria de Teodorico el Grande, rey de los godos), se arroja al mar, donde le recoge la dama Wachilt, una ondina emparentada con él. Su espada se llama Mimminc y fue forjada por Wieland; su corcel es Skemming. Según la Saga de Thidrekr (siglo XIII), es hijo de Wieland el Herrero. Los textos en viejo inglés le llaman Widia/Wudge. Y le convierten en un exiliado que vive en la corte del rey Ermamarico. Y un poema del siglo IX, el Waldere, le considera también hijo de Wieland diciéndonos que ayudó a Dietrich/Teodorico a salir bien librado cuando se hallaba entre los gigantes. El inseparable compañero de Witege es Heime (Hama, Heimir).
Dejando de lado por ahora a Vidigoia y centrándonos en la equivalencia simbólica de Wieland. Diremos que será tomado como un dios menor o semi dios del mundo gótico. Wieland es una deidad forjadora de metales, como Hefestos. Es el dios de los herreros, de los forjadores de armas. Capaz de dotar a estas de magia y poder. Pero no solo de las armas, como bien se apunta en el cantar de Waltario, también posee el poder de forjar armaduras o yelmos mágicos. Wieland será por consiguiente, una deidad de los artistas y artesanos del hierro y la forja.
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